Nunca te fíes de un vino premiado
A ver, no exactamente.
Nunca te fíes de un vino por el hecho de tener un premio.
Da igual los premios, los puntos en la guía de turno, o las estrellas que le haya puesto tal crítico.
Hay dos motivos por los que no me fío de los galardones y coronas de laureles que tiene un vino.
¿Qué dos motivos?
Estos.