A favor de los críticos afilados

"La crítica gastronómica se disfruta más cuando es negativa. La ofensa es mas placentera para el lector y más interesante para el que escribe". 
 
Reflexión del protagonista de Nada, un afamado crítico gastronómico bonaerense, nihilista, egocéntrico y con una afilada e irónica pluma que saca a pasear con destreza cada vez que tiene que hacer su trabajo: criticar la comida y la bebida. Se llama Manuel Tamayo Prats y la serie la tenéis en Disney+ (también sale Robert de Niro, por si os sirve de incentivo).
 
Eso es un crítico. Y eso es un crítico de los que ya no hay. Antes igual eran así, no lo sé, pero hoy cualquier texto amparado bajo el epíteto de gastronomía o enología es una sarta de loas y reverencias al último restaurante de moda que ha tenido pulmón para contratar a un relaciones públicas que ha llevado a comer gratis a toda la "crítica" del país.
 
Ya no hay dignidad en la crítica. En ningún medio. Nos la hemos dejado por el camino, junto a la objetividad en las portadas y la sensatez en los editoriales.
 
Si quieres saber si un vino es o no malo, más te vale dedicarle horas a probar tú, o tener un colega que te haga el filtro (bueno, o apuntarte a Descorchify, claro, que aquí somos un buen gimnasio para el paladar). No esperes que la crítica que lleve por el buen camino. Ya no.
 
Dice Manuel Tamayo Prats que su tiempo es finito, que cuando tenía 30 años le daba igual, pero que ahora, en el otoño de su vejez, se le retuerce el estómago cada vez que no le gusta una comida, porque ha ocupado el espacio de otra que quizá sí hubiera disfrutado.
 
Y ahí sale su bilis y su pluma afilada a la hora de hacer una crítica. Con mucho sarcasmo e ironía.
 
Sé que responde a un instinto quizá un poco sádico, pero yo disfruto leyendo una crítica negativa si está justificada y le acompaña una escritura con gracia.
 
Ojalá un Manuel Tamayo Prats en cada periódico, cada diario y cada red social.
 
Ojalá más crítica real y menos complaciente.
 
Halagar es de buena educación. Pero a veces también es de cobardes.
@pascualdrake
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