Os vamos a contar nuestros despropósitos de año nuevo, que seguramente los cumplamos con más soltura que los propósitos, que además son aburridísimos.
Nuestro primer despropósito va a ser comenzar el año brindando con un blanco por mucho frío que haga. Pedazo de chardonnay la que os traemos, eso sí.
El segundo es que la vamos a volver a liar en nuestro aniversario. Este marzo cumplimos dos años y nos parece de nuevo una oportunidad propicia para volver a descorchar decenas de botellas. Ya os contaremos.
Nos hemos despropuesto ser aún más extremos en los vinos que vamos eligiendo para vosotros. Vamos a ser aún más radicales a la hora de buscar enólogos independientes que estén dando su vida por sacar lo mejor de la viña vieja. Los hay y hay que cuidarlos mucho.
Así que prepararos para un gran año de vino indie.
Os vamos a volver a enterrar en burbujas en cuanto tengamos oportunidad, a llenaros la casa de tintos, blancos, rosados, vermuts, txacolís… ¡Que gire la rueda!
¡Ah! Y el mayor despropósito será beber con vosotros. Estad atentos porque este va a ser un año de probar cosas juntos en sitios “muy nosotros” y de visitar bodegas, que alguna vez tendréis que salir a pasear, ¿no?
2024 va a ser un gran despropósito.