El riesgo de que nos quieran

”Todos queremos que nos acojan, pero cuando nos sentimos integrados empezamos a excluir a otros”. Se lo leí a la escritora Irene Vallejo, la deEl Infinito en un junco, en su última columna dominical.

Y es que el mayor riesgo que tiene sentirse querido es el egoísmo; el egoísmo de mirar por encima del hombro a quien no está bajo ese abrazo, cuando antes ese otro eras tú. 

Qué paradójico: convertir el amor en egoísmo. Qué complicado es todo, eh. Si me quieren, porque me quieren, si no me quieren, porque no me quieren…

Leí también hace poco otra paradoja que me gustó mucho: “no hay nada más antiguo que querer ser moderno”.

Y las dos paradojas se encontraron en “no hay nada más antiguo que querer ser acogido, ni nada más moderno que ser egoísta cuando uno se siente integrado”.

Bebamos.

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