No sé si tienes hijos pequeños, pero si los tienes te habrás dado cuenta, y si no ya te lo digo yo, que en el momento de dejar al niño en el cole hay dos tipos de padres/madres; los que se despiden con un “Pórtate bien” y los que se despiden con un “Pásatelo bien”.
No falla, es así, y o eres de los unos o eres de los otros. Yo al principio era un poco de ambas y creo que dependía del día: si veníamos calentitos de casa les caía un “pórtate bien”, y si no, un “pásatelo bien”. Pero desde que me di cuenta de ese matiz, hace ya un par de años, siempre me despido con un pásatelo bien. Es un detalle, una pequeña declaración de intenciones al empezar el día que, oye, si luego se tuerce la jornada, pues al menos lo hemos intentado…
Cuando creamos Descorchify teníamos claro que veníamos a eso, a pasarlo bien, no a portarnos bien (o no implícitamente). Y aquí andamos, intentado impregnar esa actitud a cada palabra y a cada vino que recomendamos.
Y si hay un elaborador que ha venido a este mundo del vino a pasarlo bien, ese es Richard Sanz, alma, junto a sus hermanos, de Bodegas Menade. Si tenéis la oportunidad de escucharle hablar de su trabajo (hay algún vídeo por youtube) te convences a ti mismo de que esto va de pasarlo bien
De Menade me gusta todo, pero tengo especial cariño a su Nosso, un blanco natural que comenzaron a elaborar hace alrededor de una década, que tuve la suerte de probarlo desde sus inicios, que tiene mil matices, que envejece bien a pesar de no pasar por barrica, y que tiene una imagen cuanto menos original, que nunca está de más. Hasta los que huyen de los Rueda (que los hay, pero eso da para una novela de los Carmen Mola) respetan este verdejo.
Y tú de qué eres, ¿de los de pásatelo bien o de los de pórtate bien?