Es la temperatura, estúpido

Sabéis que a lo último que hemos venido aquí es a deciros lo que tenéis que hacer.

Nos da igual que os bebáis el vino a morro, con pajita, en vaso alto, en vaso bajo, de mini, medio lleno o medio vacío. Nos da igual que lo bebáis solo o que lo maridéis con magdalenas, con un poke, con guacamole del Mercadona o con fritos de maíz.

Nos da igual la hora que lo abráis, con quien lo hagáis, si bebéis tinto con pescado o blanco con un chuletón, si lo decantáis o lo dejáis de decantar, si lo oléis antes, después, o durante, si lo aireáis durante una hora o si lo metéis en un botijo, u os bañáis en él (bueno esto último igual sí os lo discutimos un poco, pero no os vamos a juzgar).

Donde sí que os pedimos que pongáis un poco de atención es en la temperatura. No hay cosa más injusta para un vino que beberlo caliente. Es injusto para ti, para mí, para el vino y para las uvas que sacrificaron su vida para acabar en tu gaznate.

Si en casa no tienes vinoteca (que lo normal es que no la tengas) no pasa nada por meter el tinto en la nevera, echar un hielo al blanco si se calienta, pedir la cubitera en un restaurante aunque estés bebiendo tinto... 

El vino está para disfrutarse y ahora mismo hace mucho calor. Mucho. No hay frase que se haya interpretado peor que la de que "el tinto se bebe a temperatura ambiente". No sé qué ambiente es ese. Me imagino que el de bodega, donde disponen de cavas subterráneas en las que hace siempre frío aunque fuera haya magma.

¿Lo hemos dejado claro, no? NO BEBAS VINO CALIENTE POR PURO POSTUREO. No nos lo merecemos. Tú tampoco te lo mereces.

Regresar al blog