Aún suena Rocky Trail en mi cabeza. Desde el lunes pasado que Kings of Convenience nos regalaron dos horas de sosiego en la agitada Gran Vía Madrileña.
Fue un rato de paz y oxígeno. La paz que estos dos bellos y esplendorosos noruegos (Erlend Øye y Eirik Glambek Bøe se llaman) son capaces de crear con solo dos guitarras y dos voces merece el Nobel de la Paz.
Y como estoy de paz hoy no voy a enrollarme demasiado, porque además se me ha hecho tarde; porque es domingo y me han dado las mil, y mientras abro el mac y suena por enésima vez el último vinilo de Kings of Convenience el cuerpo me pide hacerme embajador de esa sencillez que transmite su música.
Sencillez es Mucho Más, un tinto que compré por su etiqueta (sí, esas cosas también pasan) y que lo lleve donde lo lleve no hago más que cosechar triunfos.
Se compra por 5-6€ en tienda, está elaborado con una mezcla de Tempranillo y Syrah (que sobre el papel es como echarle ketchup al cocido pero que aquí no sé qué pasa que funciona), y no os digo la zona donde se elabora porque ni lo pone en la botella, ni en la web de la bodega, ni en las páginas especializadas... así que vete tú a saber.
Las cosas sencillas siempre tienen misterios por muy sencillas que sean.
Pero nazca donde nazca, es un triunfador. Etiqueta llamativa por su simpleza (tinta negra sobre fondo blanco) y un sabor suave y relajante.