¿Por qué ha merecido la pena 2021?: El listado definitivo

Me dejo de cuitas introductorias y voy directo a la raíz:

Lo de escribir

Nació Descorchify. Sí, llevaba tiempo dándole vueltas a cómo volver a escribir de vino maridándolo con mis cosas, y eso es esto, es lo que hay. Ya sois -somos- 150, y andamos con un proyecto entre manos para no solo hablaros de vino si no también intentar vendéroslo. Sí, estamos de un empresario... Novedades al respecto durante Q1 2022.

Lo de leer

Descubrí el premio Goncourt. Es un premio literario que se da en Francia, rollo el Planeta que dan aquí pero con libros buenos. Fue al leer La Anomalía, Goncourt 2020 que te tienes que leer; tiré del hilo (donde tirar del hilo es mirar Wikipedia) y vi que otros libros que me habían gustado habían recibido este premio: El mapa y el territorio de Houellebecq -todo lo que saca el depravado éste me lo leo y siempre me gusta-, y El orden del día, de Éric Vuillard -este lo leí porque en la supuesta autobiografía de Almodóvar Dolor y Gloria aparece Antonio Banderas leyéndolo (ojo ahí de dónde saco yo las recomendaciones literarias). Desde entonces ya me he leído además Canción Dulce, dramita al canto, y estoy ahora con Nos vemos allá arriba, que me está flipando.

Lo de la música

Sí, Tangana, ya lo siento. Qué hace un fanático del britpop, devoto de The Beatles como el menda escuchando a un rapero chandalero que abusa sin piedad del autotune porque no sabe cantar. Pues no me lo explico ni yo, pero el disco de El Madrileño te lo canto entero. Por otro lado, tercer disco de Morgan, algún single decente de Carolina Durante, nuevos directos rescatados del pasado de Dylan y Young, y un temazo discotequero que no sé de cuándo es pero que en una escapada que hice con mis colegas para celebrar lo de cumplir 40 lo hemos rayado: Who dares to belive in me.

Lo de comer

No ha sido año de salir mucho a restoranes, que diría mi abuela, por mucho que Ayuso se empeñe, pero algo ha habido. Mención especial a unas cocochas rebozadas -acompañadas por dos botellas de Gramona Imperial, que algo ayudaron- que compartí con mi leal Vispi en el mítico Juanito Kojua del viejo de Donosti el día anterior de correr y finalizar nuestra décima Behobia. Y mucho delivery: ramen de Ran Ran Tei, pizzas de La ventana verde y El Poblet.

Ah, y confirmar que la Alta Cocina no es para que te la manden a casa por mucho que se empeñen Dani García y el de la cresta.

Lo del vino

Algo habrá que contar de esto, ¿no?

Charles Roux: espumoso casi Champagne de menos de diez pavos.

Borsao Barrica, o cómo el vino del Mercadona se coló en mi vida.

Séptimo Sentido Tempranillo: la caja de 6 cuesta menos de 30€. Si te gusta, has descubierto un filón. Si no te gusta, no me lo cuentes.

Mucho más: etiqueta bonita y sencilla. Tempranillo y Syrah. 6 pavos... qué más quieres.

¿Solo cuatro? Pues sí, solo cuatro. Que quieres saber más, pues espera a 2022, que lo vamos a descorchar todo.

Y cuídate mucho, que como sigamos así la segunda parte de lo del Calamar se rueda en España.
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