Qué bonito hubiera sido ser joven y talentoso, treintañero y magno, veinteañero y Beatle: Prima

Hace tres días me enteré de que nací el mismo día en que murió Alejandro Magno. No del mismo año, ¿ok? (No sabía si añadir esta aclaración pero igual tengo algún seguidor de la ESO).

Imaginé que yo era su sucesor, su reencarnación, el Magno del siglo XXI.

Tal epifanía murió dos páginas después del libro que me traía entre manos -el del Junco de la Vallejo-, porque resulta que Alejandro no había cumplido los 30 y ya había conquistado medio mundo -yo he cumplido los 40 y no soy capaz de recordar cuántos viajes me quedan en el metrobus-, y él además llevaba siempre la Iliada bajo el brazo para tirar de ella cada vez que necesitaba inspiración -yo llevo Instagram, Spotify, Whatsapp, el metrobús citado y la tarjeta de puntos de la Mutua. Un partidazo-.

Total, que no me salen las cuentas de la reencarnación.

Qué bonito hubiera sido ser joven y talentoso, treintañero y magno, veinteañero y Beatle. Porque esto me lleva a The Beatles -a mí casi todo me acaba llevando al mismo sitio- y al documental Get Back de Disney+.

Más allá de que para un enfermo del cuarteto de Liverpool dicho documento es una mina, tras verlo una de las cosas que más me impactó fue como George Harrison (el que no es ni John Lennon, ni Paul McCartney, ni Ringo. El otro) con apenas 25 años de edad -era el menor de los cuatro- había formado parte de la mayor banda de la historia, a la sombra de dos genios, pero sin poder sacar todo lo que tenía en sus manos y en su cabeza.

Tal es así que según se separaron The Beatles, George publicó un LP de 23 canciones en el que mostró al mundo quién era George Harrison sin John ni Paul. Os recomiendo el disco, se llama All things must pass, especialmente un tema llamado What is Life, que siempre me pone de muy buen humor.

Salvando las distancias, los años y el oficio, la historia del joven George me lleva a Mariano García, el creador de Mauro y San Román. García estuvo décadas siendo el enólogo de Vega Sicilia, pero no fue hasta que tiró por su cuenta cuando salió lo mejor de él.

Además de los dos tintos ya citados, elabora Prima, un tinto de Toro que quizá sea una de las mejores relaciones calidad precio de nuestra españita.

Sobre el precio: normalmente cuesta 10-10,50€ en tienda, pero si uno es un poco perspicaz (y mis lectores son muy perspicaces) se puede encontrar siempre alguna oferta que haga que baje de los 10€, y así me dejáis de dar la barrila con que no sé qué vino que recomendé costaba más de 10€, que para lo que pagáis por esto mucho os quejáis algunos. Pero os quiero, eh, que una cosa no quita la otra.

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