...y tú no te has marchado aún. Esta vieja canción de Airbag siempre me viene a la cabeza cuando llega septiembre. Esa pelea por negar que se ha acabado lo bueno. Aún hay piscinas abiertas, algún horario laboral se resiste a ser jornada completa, aún hay niños por casa... y ninguno queremos que se cierre otro verano.
¿O sí? Cuenta el narrador de la maravillosa Corazón tan blanco deJavier Marías: “cuando llego de un viaje lo primero que hago es deshacer la maleta y guardarlo todo en su sitio, y la propia maleta en el armario, para acelerar el olvido de que he viajado, del viaje, que todo parezca en reposo”.
Los hay que prefieren que siga oliendo a crema solar y a vermut desolera hasta que los días empiecen de verdad a acortarse, como la canción de Airbag; y los hay que prefieren la amnesia inmediata posterior al placer. Si ya no hay placer, nunca lo ha habido, como el protagonista de Marías.
Nosotros no sabemos bien si somos de una cosa o de otra, pero lo que sí sabemos es que septiembre o, al menos, sus primeros días aún huelen a chiringuito, aunque hayamos deshecho el equipaje y guardado la maleta.
Feliz rentrée.