“El primero tiene que ser inesperado. Pero sobre todo tiene que hacer sentirte bien”. Lo dice el personaje interpretado por Zoë Kravitz en Alta Fidelidad (Disney) definiendo cómo debe ser la primera canción de un disco. De fondo suena en vinilo el Modern Love de David Bowie, que abre su LP Last Dance. Apertura de ovación.
El comienzo. Un buen comienzo siempre es importante. Me admira la capacidad de componer una canción con un comienzo universal. Un comienzo que todo el mundo reconozca con solo escuchar una nota. El A Hard Days Night de The Beatles (¿quién no reconoce esta canción solo escuchando ese primer acorde separado del resto que la introduce?). El Entre dos tierras de Héroes del Silencio (respeto tu opinión sobre Bunbury pero reconóceme que cuando suena ese Sí menor reverberando sabes lo que viene después). Y seguro que tú tienes en mente algún que otro comienzo universal.
Hay quien dice que cuando Javier Marías tenía un buen comienzo tenía una novela (el comienzo de Corazón tan blanco son dos páginas que debería casi saberse de memoria cualquier persona que disfrute de la escritura).
Queremos traeros un comienzo inesperado, pero sobre todo haceros sentir bien. Juzgadlo vosotros mismos. Dos garnachas invernales muy diferentes entre sí y un tinto nacido a la misma altitud que su nombre. Qué buen comienzo, ¿no?
Porque resulta que en Guadalajara hay viñedos a casi 1000 metros de altitud, y este 992 (sí, su nombre son los metros de altitud de la viña de la que nace) es un homenaje a esas parcelas.
Porque yo no sé cuántos vinos de Guadalajara has probado tú, pero yo pocos tirando a ninguno y este fue el que me hizo ver La Alcarria con otros ojos.
Porque nunca es tarde para probar tempranillo nacida en zonas menos reconocidas. Y nunca es tarde porque es tempranillo.
Marida con:
Pues eso, con altura. Poco más que añadir, ¿no? A darle al play.
Flor de Morca 2021
Tinto, Bodegas Morca, D.O. Campo de Borja
Porque no es fácil encontrar buenos vinos de esta zona sin que te metan un sablazo. Este cuesta en tienda menos de 9 pavos y te da para tirarte el pisto en cualquier sarao.
Porque le quita la capa snob a los tintos de esta tierra. Es un vino directo con un nombre y una imagen comercial nada pretenciosas, que eso ya sabéis que nos gusta mucho por aquí.
Porque es invierno y las garnachas son para el invierno, no como las bicicletas, que son para el verano. Cuidadín con los 15º, que entra solo y ya sabemos cómo les sienta la alta graduación a los froilanes.
Marida con:
Una visión más que particular a la hora de modernizar y electrificar los éxitos de Mocedades. Si Flor de Morca reinventa y actualiza la garnacha de Campo de Borja, dadle al play a la par a esta propuesta que le viene al pelo.
El Chaparral de Vega Sindoa 2020
Tinto, Bodegas Nekeas, D.O.Navarra
Por qué está en Descorchify:
Porque nace de las pocas cepas de garnacha que quedaron vivas en el valle de Nekeas tras una crisis provocada por el precio de la uva en los años 60. Un survivor que ríete tú de El Renacido.
Porque quizá sea la garnacha más norteña que hemos probado. Y a pesar de esta situación limítrofe es elegante y fina, que es como de verdad funciona un tinto.
Porque vaya empaque tiene, eh. Que uno lo ve y lo prueba por primera vez y piensa: ‘vaya sablazo me van a meter’. Pero que luego uno ve el precio y dice, ¡anda, mira, para Descorchify!
Marida con:
Si esto va de rescatar historia, esto es un rescate en toda regla: estos días sale a la venta este libro de Rachel Cusk, escrito hace 20 años, con una visión muy actual de la maternidad, visión quizá poco popular cuando se publicó.